Mapeando la escucha …
Hace ya una semana que estoy en Vic y cada uno de los momentos que conforman este tiempo han sido importantes en esta residencia entre ellas las numerosas reuniones oficiales e informales con personas que de un modo u otro se van sumando al proyecto, pero también momentos y experiencias deambulando sin rumbo en las calles de Vic.
Trabajar en la comunicación del proyecto se convierte en un apartado importante en el proceso; desde el dialogo con diferentes colectivos como La Clota y la asociación de vecinos de Horta Vermella, el Grup de defensa del Ter o propietarios en las Adoberies, a eventos públicos que están sucediendo estos días en Vic incluyendo la inauguración de la exposición de arte de los estudiantes del Ciclo Formativo de artes plásticas y diseño de Vic en el Museu de l’art pell Vic, la celebración aniversario de H. Associació per a les Arts Contemporànies o la fiesta popular de Horta Vermella entre otros.
El contexto de las Adoberies tiene un peso histórico importante en la ciudad, tanto desde la experiencia personal, la amplia memoria viva (desde trabajadores en el negocio del curtido de pieles hasta vecinos que conocían la zona en pleno funcionamiento) como las vivencias en el proceso de decadencia y abandono de las últimas décadas y los varios intentos de restaurar/reactivar la zona en los últimos años. Las Adoberies, por tanto, no son solo unas «ruinas arquitectónicas» en la ciudad, sino la memoria de muchos de sus vecinos, invisible a nuestros ojos pero enraizada en la cultura e historia de Vic.
Ese bagaje se palpa en las conversaciones, y es así que ampliar horizontes partiendo de las Adoberies expande otras posibles vías de acción; varias conversaciones han mostrado interés en el espacio público y zonas colindantes tales como el río o las conexiones con otros barrios o proyectos similares tales como las Adoberies en Igualada. Es así que este proceso de mapeo de intereses es importante desde lo que es el proyecto, un proyecto colaborativo hasta el legado local que pudiera tener ya que se basa en la participación de todos.
Texto y foto por Seila Fernández Arconada