Museo ICO. Despidiendo una etapa


Una arquitectura menor es un devenir espacio más que un ser forma. Es un zumbido incansable que nos aleja del aura marchita de la mercancía, la originalidad, la permanencia y la perfección para llevarnos hacia la inmanencia y lo incompleto. La alusión de Klee a la ingenuidad o carácter infantil del dibujar es reveladora: sugiere que las arquitecturas menores pueden ser trazadas (tiradas, sacadas) desde el juego.

Jill Stoner, Hacia una arquitectura menor (ed. Bartlebooth)



Tras catorce años al frente de las actividades educativas de Museo ICO, hablarenarte anuncia el final de la colaboración con este museo público dedicado a la arquitectura y la fotografía.

Iniciada en el año 2009, la colaboración de hablarenarte con Museo ICO respondía al anhelo de la asociación de activar programas de mediación y de apoyar la constitución de departamentos y equipos de educación en aquellas instituciones culturales que carecían de ellos.

Por formal y rigurosa que sea la forma jurídica de la licitación, hablarenarte ha encontrado estos años en Museo ICO un cómplice con el que ir definiendo un programa educativo cada vez más rico. Con el tiempo, el programa fue diversificándose, abriéndose a escuelas, familias, personas con diversidad funcional, grupos de jóvenes y de adultos. Las conversaciones con el personal del Museo fueron siempre de co-aprendizaje y empatía, lo que posibilitó salir de los enfoques tradicionales de la visita guiada dirigida a escolares.

Han sido años de experimentación en un ámbito poco explorado: el cruce de la educación artística y la arquitectura. Mediar la arquitectura no es una tarea fácil, por los tecnicismos de la disciplina, sus representaciones abstractas, su escala económica o su aparente frialdad tectónica. Siempre hemos querido leer la ciudad y el paisaje urbano, por el contrario, como un territorio habitado, disputado, intergeneracional, multiespecie, donde nuestras voces, gestos y formas de estar tienen cabida. Inspirados por ensayos como Hacia una arquitectura menor de Jill Stoner, hemos ablandado lo construido para dejar espacio a la imaginación, el deseo y lo efímero.

Entre otras muchas cosas, hemos hecho planos imposibles, maquetas endebles, habitaciones con cinta, paredes que hablan y espacios a escala real. Hemos cuestionado la sostenibilidad del sector de la construcción, explorado el espacio que habitamos desde nuestro propio cuerpo y celebrado arquitecturas de barro, adobe y textil reutilizado. Hemos reflexionado sobre los cuidados domésticos, el uso que damos a la arquitectura y visitado diferentes espacios como las viviendas cooperativas de Entrepatios y el estudio fotográfico de Juan Baraja. Hemos paseado por el entorno de la calle Zorrilla, con su densa arquitectura parlamentaria, representativa, comercial, turística y museal. Hemos entrado en centenares de paisajes, casas y edificios a través de la fotografía. Hemos usado las artes plásticas, la música, el teatro, la performance y los juegos para acercarnos a la arquitectura desde otro punto.  Y hemos dibujado y dibujado, o como diría Paul Klee, nos hemos esmerado en “sacar la línea a pasear”.

Mención especial merece Empower parents, proyecto de accesibilidad centrado en niñxs con autismo y sus familias. hablarenarte lo descubrió en 2013 en el Queens Museum de Nueva York y decidió implementarlo en España, a partir de un intercambio de saberes entre familias, y con el apoyo de la Fundación ICO. Empower Parents sigue desde 2019 su camino de manera autónoma, con una asociación dedicada íntegramente a ello.

Por valiosa que haya sido esta etapa en ICO, sentimos hoy que nuestra capacidad de aportar al proyecto se agota parcialmente. Como le sucede a muchos proyectos longevos, se han instalado hábitos, formas de hacer, estructuras que ralentizan nuestra iniciativa y experimentación. Esto es especialmente el caso cuando los equipos educativos se contratan de forma externa, a través de vehículos como la licitación, que nos escoran hacia una visión de la educación como servicio. Por generalizada que sea en el paisaje de la mediación cultural, la externalización  -entendida como prestación de servicio y no como colaboración verdadera- no termina de adecuarse a nuestra estructura, saber hacer y proyección actual. Tenemos ganas de ensayar otras formas de trabajo en educación, mediación y curaduría pedagógica, donde creemos que seremos más útiles.

El testigo pasa ahora a Cápsula Cultura, entidad ganadora de la nueva licitación, a la que deseamos suerte para esta etapa. Hemos cuidado todo lo que hemos podido esta transición, por nuestrxs compañerxs Paula y Samuel, que seguirán trabajando en Museo ICO, y por la memoria inmaterial de las prácticas de mediación que hemos desarrollado a lo largo de estos años.

Y, dando las gracias a Museo ICO, nos reconforta pensar que, sin duda las líneas se volverán a cruzar en algún punto.

 

El programa educativo en Museo ICO ha contado con el impulso de toda la asociación, y especialmente con la coordinación y mediación de Álvaro Molina Martín, Sofía de Juan, Ignacio González Cavero, Javier Martín, Sören Meschede, Eva García, Tanit Lagüens, Fran Rojas, Nuria Gregori, Laura Donis, Elena Pavón, Carmen Mateos, Carmen Riesta, Miguel Díaz, Paula Mateo López, Hanna Hincapié, María Ene, Mamen Adeva, Carlos Almela, Carlota Cabello, Eva Garrido del Saz, Samuel Vilella y Alba Recio.



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